Ayudar sin enfermarnos

Ayudar sin enfermarnos
Cuando en la calle ocurre un accidente lo primero que se debe hacer es cercar la zona y detener el tránsito a fin de evitar que suceda otro accidente. Una vez que se cercó la zona, entonces sí, en segundo lugar, hay que llamar rápidamente al 911 o al 107, porque si los que quieren ayudar al herido no son médicos, es posible que le ocasionen un perjuicio adicional, por ejemplo, al intentar moverlo. En tercer lugar, y recién después de haber cercado el lugar y llamado a la ambulancia, se acude a acompañar a la persona accidentada.
Exactamente lo mismo tenemos que hacer cuando decidimos ayudar a alguien o cuando una persona nos pide ayuda, porque si no tomamos ciertos recaudos vamos a terminar exponiéndonos sin sentido e incluso podemos llegar a enfermarnos.
Ahora bien, ¿cómo ayudar sin enfermarnos? Veamos algunos tips:
- Debemos cercar el espacio preguntándonos qué tipo de ayuda podemos brindarle a la persona. No todos estamos preparados para dar todo tipo de ayuda, es necesario que sepamos bien qué capacidades tenemos, qué podemos dar.
- Tenemos que poner límites y decidir nosotras mismas la manera en que vamos ayudar. Si no ponemos límites dejamos un espacio vacío que los demás llenarán con un límite propio, es decir, decidirán por vos.
- Es necesario que sepamos qué cantidad de carga podemos llevar sobre nuestra vida.
Para poder ayudar sin enfermarnos es imprescindible que dejes de lado la omnipotencia que te lleva a creer que podés con todo. Tenés que ser sabia y saber qué ayuda podés dar y qué ayuda no, porque si te cargas de más quedarás detenida, te agotarás y terminarás enfermándote. Hay cargas que tal vez algún familiar puso sobre vos y hace años que venís llevando; mandatos que te enseñaron y te terminan enfermando. Deshacete de todo eso, ¡es tiempo de avanzar libre de cargas que en verdad no te corresponden!